Los niños y niñas pueden presentar diferentes ritmos de aprendizaje y desarrollo debido a factores biológicos, sociales o culturales. A esto se le conoce como discapacidad cognitiva y se presenta cuando, por ejemplo, la persona está avanzada en lenguaje y tiene dificultades en motricidad.
Esta situación puede ser detectada antes del nacimiento. Existen exámenes especializados que permiten identificar las condiciones de la persona en ese momento (la amniocentesis, por ejemplo). La discapacidad cognitiva también se puede detectar a partir de la presencia de factores de riesgo como la falta de oxígeno al nacer.
Finalmente, se puede detectar después del nacimiento cuando la persona presenta un desarrollo más lento de lo esperado para su edad. Es en ese momento en que se recomienda realizar una valoración médica para determinar alteraciones en el desarrollo.
Cuando en un niño o niña se observan diferencias significativas en su desarrollo, esto debe ser considerado inicialmente como un dato de referencia que indicará la conveniencia de observar, indagar y evaluar con mayor profundidad y/o detención. No hay que olvidar que el diagnóstico de discapacidad cognitiva es multidimensional y debe orientarse, no simplemente a clasificar, sino a determinar los apoyos que necesita el niño o a la niña.
Señales de alerta:
- Duerme mucho.
- Es muy tranquilo.
- Es perezoso para comer.
- Al acostarlo se queda en la misma posición.
- Muestra poco interés por las personas y por los juguetes.
- No crece, ni aumenta de peso.
¿Qué hacer cuando se detecta la discapacidad cognitiva?
Lo más importante en estos casos es asistir a control médico, buscar orientación para ingresar a un programa de estimulación del desarrollo y proveer la nutrición adecuada. También, en caso de ser necesario, se debe cambiar la alimentación y revisar el ambiente en el cual se desarrolla el niño o niña.
La mirada atenta sobre el desarrollo y aprendizaje de la persona plantea la necesidad de establecer un diálogo profesional permanente entre la familia, los especialistas del área de la salud y los de la educación. Con eso se busca ampliar la comprensión del desarrollo infantil y ayudar a detectar oportunamente los factores de riesgo biológico y ambiental. El aporte de los diferentes especialistas va a beneficiar a la persona.