Frase de Ángela María Ruíz, Coordinadora Administrativa del Liceo Tacurí, por la experiencia que iniciaron con los practicantes graduados del Instituto Tobías Emanuel. Los resultados son bastante positivos y por eso la determinación de extender dicha inclusión.
Laura Tamayo y Liceth Valencia iniciaron esta historia asumiendo la labor de practicantes de cocina. La idea ahora es que al Liceo Tacurí también lleguen estudiantes graduados del programa de Jardinería del Instituto Tobías Emanuel. Eso gracias a las gratas sorpresas que han tenido en el Liceo con su primera aproximación a la inclusión laboral.
“El trabajo del Tobías Emanuel es maravilloso. Su seguimiento es total y no solo en el mundo laboral sino, lo más sorprendente, en el ámbito personal de cada practicante. Lo ayudan a construir su proyecto de vida. A personas de otras empresas o instituciones, les diría que la inclusión laboral con ellos es una gran experiencia y un compromiso social. Ayudar al otro, ayudar a crecer y hacer un país mejor. Por eso decidimos que sí vamos a continuar con la inclusión, ahora desde otra área. Estamos mirando la opción de tener jardineros”, cuenta Ángela María.
Ella, en los 13 años que cumple en el Liceo, no había tenido la oportunidad de vivir una experiencia de este tipo: “Nosotros como institución desconocíamos que el Tobías Emanuel tenía convenio en contrato de aprendizaje con sus estudiantes. Nos contactamos a través de una exalumna de la institución y empezamos el proceso. Hicimos el acercamiento, conocimos la filosofía, su gran labor, sus bonitas obras y entendimos que nos íbamos a ver beneficiadas ambas partes”.
Liceth Valencia y Laura Tamayo con su grupo de trabajo en el Liceo Tacurí.
Ahí empezó todo. Al grupo del Liceo Tacurí llegaron Laura Tamayo y Liceth Valencia. “Inicialmente tuvimos la inducción sobre la inclusión. Al principio tuvimos temores en las labores que iban a desempeñar, pero nos dimos cuentas que el avance fue grandísimo y notorio. Ellas ya tienen normas, horarios, conocen un jefe inmediato. Para ellas fue crecimiento y nosotros nos sorprendimos al saber que estamos apoyando un proceso social para que personas salgan adelante y se inserten en el mundo laboral”.
Lo vivido ha dejado grandes resultados. La experiencia ha sido positiva de lado y lado. “Estamos validando el proceso de inclusión a través de ellas. Tenemos que mirar que somos diferentes. Al haber esa diferencia, tenemos que aceptarlas y ayudarles a que sea más fácil su inserción en los diferentes ámbitos. No solo ganamos en el ambiente laboral sino también en su parte social y en el trabajo en equipo de nuestros colaboradores”, concluyó Ángela María.