Una sociedad inclusiva es aquella que reconoce que todas las personas tienen el mismo valor, solo por la condición de ser humano. Por ende es muy importante compartir los valores inclusivos desde la educación en casa con la familia.
Tal como lo define la Cartilla Cognitiva de las orientaciones pedagógicas para la atención y la promoción de la inclusión de niñas y niños menores de seis años con discapacidad cognitiva del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, “los valores inclusivos son los pensamientos y acciones que promueven la aceptación a la diferencia, la tolerancia, la participación de todos los niños y niñas sin importar su condición de discapacidad y se vivencian en todas las acciones y decisiones de las familias y las comunidades”.
Así que su recomendación para la familia es que debe empezar por generar, compartir y exigir valores inclusivos como la tolerancia, la igualdad de derechos, la búsqueda de ayuda y apoyos para superar las barreras para el aprendizaje, generar espacios para la participación, empezando por los miembros de la familia con la que conviven (padres, hermanos), luego con la familia extensa (abuelos, primos, tíos), después en los contextos educativos (jardines, hogares infantiles y comunitarios, escuelas) y finalmente en los contextos comunitarios (Iglesia, los vecinos etc.)
Una familia con valores inclusivos debe:
- Apoyar el desarrollo y aprendizaje del niño o niña en su hogar. Ellos aprenden mejor cuando hay armonía entre sus necesidades y las oportunidades de aprendizaje en los jardines, en los hogares infantiles y en el hogar.
- Eliminar todas las barreras para el aprendizaje y la participación en la familia, creando espacios que faciliten su desarrollo.
- Conocer y exigir los derechos de los niños y niñas con discapacidad. La familia inclusiva se informa en las instituciones de bienestar familiar, del ministerio de educación, en las personerías, consejos locales, alcaldías etc.
- Facilitar el acceso a las experiencias cotidianas y actividades en el contexto del hogar, ya que esto favorece el pleno desarrollo del niño o niña, como por ejemplo salir de paseo familiar o permitirle participar en el arreglo de la casa.
- Favorecer el desarrollo de intercambio de información entre los padres, los centros de rehabilitación y las instituciones que atienden a los niños y niñas en su educación inicial. Si la familia está informada podrá apoyar el desarrollo y el aprendizaje del niño o niña con discapacidad cognitiva.
- Brindar y solicitar apoyo e información a otras familias con hijos o hijas con discapacidad cognitiva sobre las actividades recreativas, educativas y/o de salud que existen en su comunidad.