El término surge de las diferencias en los ritmos de aprendizaje y desarrollo que pueden tener niños y niñas, debido a factores biológicos, sociales o culturales. Existen casos en los que ellos están avanzados en motricidad, pero presentan dificultades en lenguaje, por ejemplo.
La discapacidad cognitiva se entiende como una visión social que tiene en cuenta la relación del niño o niña con el contexto. Dentro de tal concepto, hay 3 elementos claves para su definición: capacidades, entorno y funcionamiento, según se explica en la cartilla cognitiva del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
“Las capacidades son aquellos atributos que posibilitan un funcionamiento adecuado del niño o niña en la sociedad (las habilidades sociales y la participación en actividades). El entorno lo forman aquellos lugares donde vive, aprende, juega, se socializa e interactúa; y el funcionamiento relaciona las capacidades con el entorno, pues cada niño o niña actúa acorde con sus posibilidades en su ambiente determinado”.
La evaluación de la discapacidad cognitiva involucra los siguientes aspectos:
- Habilidades intelectuales: memoria, percepción, imitación, atención y solución de problemas.
- Habilidades para desempeñarse cotidianamente: bañarse, vestirse y comer solo.
- Habilidades sociales: expresión de afecto, relaciones y participación.
¿Por qué se presenta la discapacidad cognitiva?
Sus causas están relacionadas a cuatro factores: genéticos, sociales, conductuales y educativos.
La primera de ellas se refiere a la alteración de los cromosomas o células que forman los genes del ser humano desde su origen. Un ejemplo de ello es el síndrome de Down, que es un trastorno genético en el par cromosómico número 21. Las células no se unen adecuadamente, ni se desarrollan totalmente. Además están los trastornos metabólicos, enfermedades maternas (rubéola, desnutrición, hipoglicemia) y la edad de los padres (mayores de 40 o menores de 14).
Y las causas sociales tienen que ver con el entorno que afecta el desarrollo del niño o niña. Dentro de ellas está la interacción social, el rechazo o la ausencia de protección para ellos, los recursos para atender sus necesidades de alimento, violencia intrafamiliar, ausencia de controles médicos.
Las conductuales se refieren a factores inadecuados que alteran la salud de la madre, como pueden ser el exceso de alcohol u otro tipo de sustancias nocivas, la autoformulación de medicamentos y descuido general por sus controles prenatales.
Y las educativas, que son las que se relacionan con la falta de apoyo educativo, ausencia de explicaciones o desarrollo de tareas acordes a su edad.
Identificar estas causas de la discapacidad cognitiva permite una adecuada toma de decisiones para realizar acciones de prevención en cada caso, según sus los padres, acudientes o educandos del niño o niña.