La familia cumple un rol vital en el desarrollo de toda persona. Y en la necesidad de alcanzar una inclusión social en el caso de aquellas con discapacidad cognitiva, hay situaciones que pueden adaptar y actividades que pueden adelantar para favorecerla.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, a través de sus orientaciones pedagógicas para la atención y la promoción de la inclusión de niñas y niños menores de seis años con discapacidad cognitiva, dice que sus familias requieren:
- Información sobre los recursos que existen en su comunidad. Por ejemplo: qué parques, servicios de salud, hospitales, centros médicos existen en su barrio, en su localidad, en su vereda, o municipio.
- Orientación hacia el recurso más adecuado en función de sus necesidades. Por ejemplo: qué institución educativa, de rehabilitación o de protección le queda más cerca de su casa y atiende niños y niñas de esas edades, qué tipos de servicios le ofrecen como alimentación, educación rehabilitación, etc., los costos, las ventajas de los horarios de atención, entre otros.
- Potenciar los recursos que cada familia posee, como la buena comunicación para expresar el afecto y solucionar dificultades, el apoyo familiar para cuidar y enseñar a los niños y niñas con discapacidad cognitiva y su capacidad para realizar la distribución de las tareas y responsabilidades.
- Grupos de apoyo de otras familias. En cada comunidad existen otras familias con hijos con discapacidad, por lo tanto se deben crear, buscar o participar de esos grupos de apoyo para aprender y compartir experiencias que puedan ayudar en el manejo del hijo o hija con discapacidad cognitiva.
- Grupos de apoyo de hermanos de niños con discapacidad cognitiva. Los hermanos de los niños con esta discapacidad pueden apoyarse entre ellos y apoyar el desarrollo de sus hermanos.
- Actividades de ocio y recreación. Es importante que en la familia se generen espacios de descanso y de recreación para todos los miembros: padre, madre, hermanos, cómo turnarse para el cuidado del niño o niña, aprovechar cursos de diversas actividades (pintura, tejidos, música, etc.), ir a la biblioteca, ir a la iglesia, caminar al río, practicar deportes, entre otros.