Un cajero electrónico como actividad que busca la independencia de nuestros beneficiarios

Institucional

Un cajero automático que ellos puedan manejar. Insertar dinero y también retirarlo. La idea se llevó a cabo en la reciente Feria de Emprendimiento que se realizó en el Tobías Emanuel y estuvo liderada por el profesor Fischer Elías Mina Abonía.

Él, contador público, deportista, ajedrecista y profesor de matemáticas, se las presentó a los beneficiarios del Instituto y resultó altamente exitosa para ellos y para los padres de familia que asistieron al evento.

“Todos se asombraron. Este ejercicio lo hice para que los muchachos busquen la forma de ser independientes. Que puedan salir y tomar una tarjeta en sus manos y usarla en un cajero real. Lo hicieron y se emocionaron. Fue agradable verlos. Así les enseñamos para qué sirve un cajero y su método de comunicación. Experimentaron su capacidad de ser personas independientes”, cuenta el profesor Fischer.

Su idea se llevó a cabo a través de un cajero automático personalizado con todas las funciones. Se le pusieron tal cual las que tiene uno real y así lo conocieron los beneficiarios. Fue un primer acercamiento de estos chicos con discapacidad intelectual a esta tecnología con la que ya empiezan a familiarizarse. Ingresaban dinero y también podían sacarlo. Fue un éxito.

“Ahora voy a enseñarles la contabilidad como tal, todavía no van solos. Buscamos que lleven sus registros. Todos interactuaron bien. Cada uno tuvo su tarjeta y se sorprendió con lo que pasaba en el cajero. Mis muchachos son excelentes”, rescató el profesor sobre el ejercicio que hizo con los beneficiarios del Instituto Tobías Emanuel y sus familias.

La tarea con ellos continúa. Tanto el profesor Fischer Mina como el resto de los educadores, se mantienen en constante innovación para aportar al desarrollo cognitivo e intelectual de los beneficiarios. Sus jornadas laborales están dedicadas plenamente a dicha tarea.

Trabajar con niños con discapacidades cognitivas o discapacidades intelectuales no es un cambio. Yo siempre he visto a mis alumnos como personas y eso les enseño. Son jóvenes interesantes. Yo los motivo. Busco atacarles el miedo para lograr que el conocimiento entre fácil y se llenen de confianza. Incluso estamos tratando de implementar el ajedrez. A ellos les enseño a ponerse la meta de ser mejores que yo. Acá tengo seres muy inteligentes”, concluyó el profesor Mina Abonía, quien cumple su primer semestre en las aulas del Instituto Tobías Emanuel como Auxiliar Administrativo en Educación para el Trabajo.