Luis Fernando Marín está en su último año y alistándose para certificarse en diciembre. Tiene 21 años. Hace parte de Taller de Jardinería y cuenta que ha cambiado su forma de ser con su experiencia en el Tobías Emanuel.
“He cambiado, ahora soy más responsable”, dice mientras cursa el programa de Formación para el Trabajo en el área de Jardinería. “Les recomendaría el programa a otras personas con discapacidad cognitiva porque los profesores nos pueden ayudar a salir adelante. En otras partes no ven como personas diferentes”, aseguró.
Ese trato que le permite desarrollarse como lo necesita, lo hace sentirse cómodo en todas las clases. Ve matemáticas, español, desarrollo humano y jardinería. Dice estar contento porque todas le sirven en el desempeño como jardinero. “Elegí Jardinería porque esa área me gustó. Me gusta plantar, hacer compostaje, podar y echarle agua a las plantas”, cuenta.
Lo hace con tranquilidad y felicidad. “Me va bien con los profesores, tienen muy buen trato con nosotros (…). Me han enseñado a ser amable, respetuoso y evitar ser grosero. No he tenido dificultades con ellos y tampoco con las clases virtuales. El profesor pone el tema, envía el trabajo, y nosotros buscamos por internet para desarrollarlo. Podemos contar con ayuda de los padres”.
Desde casa se ha continuado con la Formación para el Trabajo de Luis Fernando Marín, quien todavía no ha trabajado y mantiene el sueño de hacerlo en algún campo de la jardinería, así como el de jugar baloncesto. Considera que lo aprendido en el Instituto Tobías Emanuel le ayudará a conseguirlo y por eso recomienda el programa.