Desde el Instituto Tobías Emanuel se ha hecho énfasis en la necesidad de formar a las personas con discapacidades desde una amplia perspectiva, que incluya, la generación de fortalezas como individuos independientes y autónomos en la vida diaria; es por esto que el programa Educación para el Trabajo, se ha convertido en una gran alternativa dentro de la institución para llevar a cabo este propósito.
Elizabeth Romero, rectora del programa Educación para el Trabajo del I.T.E, explica que el éxito de esta iniciativa consiste en vincular la inclusión desde que los jóvenes inician sus estudios. Se hace por medio de una formación con competencias específicas para que cada alumno pueda desempeñarse laboral y socialmente, un tema que incluye a las familias como parte del proceso en el cual, se van encaminando a comprender que los jóvenes necesitan desarrollar habilidades adaptativas que les permitan desempeñarse mejor en diversos espacios, como los laborales.
Es por esto, que el programa se enfoca en generarles a los estudiantes las condiciones para que sean participativos, alcancen potencialidades como la individualidad, responsabilidad, capacidad de decisión, trabajo en equipo, logro de objetivos, entre otras.
Cuando se habla de Educación para el Trabajo, el I.T.E. cuenta con cinco programas de auxiliares técnicos: Armado de piezas de joyería- Almacén y bodega- Jardinería y vivero- Panadería y Pastelería y Auxiliar Administrativo, en cada uno, se entregan las especificaciones y orientaciones para que los alumnos puedan desempeñarse laboralmente, proceso que desde la institución se refuerza con la labor de sensibilizar a futuros empleadores, quienes se han ido sumando a la implementación de programas de inclusión laboral.
En las experiencias con las que cuenta el Instituto Tobías Emanuel sobre la educación para el trabajo, Elizabeth Romero resalta que para las empresas, contar con personal que presenta alguna discapacidad cognitiva, les genera, además de los beneficios en disminución de impuestos, ambientes laborales más motivadores e inclusivos, un reconocimiento de marca entre el público y potenciales inversores.
Además de hacer los contactos entre las empresas y la institución, se hacen capacitaciones y seguimientos en las empresas a fin de asegurar que son espacios adecuados a los jóvenes con discapacidades y que también sus compañeros laborales, cuentan con herramientas para socializar mutuamente.
Para el I.T.E. es muy grato contar con que el 98% de los jóvenes que hacen parte del programa Educación para el Trabajo, están laborando con todas las condiciones de ley que se requieren, un reconocimiento también a la dedicación de ellos y sus familias que confían en la iniciativa de lograr un desarrollo integral de estos jóvenes que hacen parte del programa, el cual se dirige a quienes están en edades entre los 13 y 16 años de edad.
Por eso se destacan grandes casos de inclusión laboral como el Dayana Londoño, cuyo proceso de adaptación ha sido muy reconocido en el Liceo Tacurí de Cali donde trabaja como auxiliar administrativa, institución a la que también llega Laura Tamayo, dos jóvenes cuyas historias hacen parte de este proceso de inclusión laboral, como Julio Hurtado, quien hizo prácticas en Coomeva, trabajó en Carnes Alameda y ha demostrado una adaptación al ambiente laboral.
Este año, como parte de los cambios y crecimiento que ha tenido el programa, el cual ya cuenta con 170 jóvenes actualmente, se ha dispuesto doble jornada de estudio (Mañana y Tarde) en los nuevos salones con los que cuenta el Tobías Emanuel, los cuales fueron construidos con el apoyo del gobierno japonés, espacios que suman a un ambiente más favorable y adecuado para los jóvenes en medio de sus clases y actividades, quienes en grupos de 30 por salón, asisten cada día.